Aburrirse es un lujo

Recuerdo que de pequeño pasaba veranos enteros sin saber cómo matar el tiempo. 

Ahí es cuando empecé a dibujar.

Pero al ir creciendo la agenda se fue complicando. Conservatorio, clases de inglés, fútbol, tenis, esquiar los findes… etc.

Ahí es cuando dejé de dibujar.

Asociamos el no hacer nada con falta de productividad, pero en realidad tener espacios en los que no tengas nada planeado es beneficioso y está científicamente probado.

El confinamiento me volvió a dar la oportunidad de aburrirme, empecé a pintar de nuevo sin ninguna pretensión, y 1 año después uno de esos dibujos se convirtió en la portada de mi primer single.

Creo realmente que podemos buscar esos espacios de aburrimiento en la era post pandemia.

Puede servirte dejar de lado las redes sociales durante 1 hora al día y no usarlas cada vez que tengas un tiempo muerto, o simplemente dando un paseo sin un destino.

Aburrirse es un lujo gratuito, aprovéchalo.


dmora

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