Técnico de nada

Hay días que trabajo como técnico de sonido haciendo mezclas de conciertos para bandas. Está guay.

Y digo días, porque realmente no me siento técnico de sonido a tiempo completo. Hago muchas otras cosas en mi vida. Pero tengo el título.

El título en nuestra sociedad significa que somos algo, cuando en realidad tendría que significar que hemos cursado algo. Y eso, a la hora de la verdad, nos pone barreras.

Empezamos a ver con malos ojos a los que meten mano en nuestra profesión, y viceversa. Aunque aporten algo fresco, aunque sean mucho mejores. Y le hemos puesto un nombre.

Intrusismo laboral.

Vale, hay casos en los que es necesario, puede llegar a ser incluso peligroso. Pero en el ámbito artístico me fastidia mucho que sigamos segmentando tanto.

Te pongo mi ejemplo. Yo no acabé la carrera de piano, y he sacado un disco, estudié ciencias pero me gusta escribir, no sé de fotografía pero me flipa capturar en 35mm. Y si algún día gano dinero con alguna de esas cosas, ¡pues genial!

Da igual el título que tengas o lo que te pienses que eres, crea y exprésate.

dmora

 
Anterior
Anterior

Lo de Altamira no era arte

Siguiente
Siguiente

Hacer música es un rollo